domingo, 8 de abril de 2018

¿Cómo enfrentar las pérdidas?

Estoy leyendo un libro llamado "Ponte una flor en el pelo y sé feliz" de Bárbara Johnson. En este la autora relata la pérdida de dos de sus hijos, uno en la guerra y el otro en un accidente automovilístico. Me impresiona cuántas cosas debió pasar ella en su vida, ya que además de estas pérdidas tiene otras pruebas grandes que son de una magnitud muy similar y muy cercas una de otra.

En este libro se pueden ver dos tipos de pérdidas: la muerte de un familiar que llevas tiempo esperando y la muerte repentina de un familiar.

Ambos tipos de pérdida son dolorosas pero hay una gran diferencia en cómo te afectan. Y es que la autora llama a este proceso "vaciar la copa de sufrimiento”.

En el libro, la primera pérdida de la autora es la muerte de un hijo en la guerra. Esta es una pérdida que llevas tiempo esperando, que tienes la esperanza de que no ocurra pero sabes que puede pasar en algún momento. En este tipo de pérdidas la copa de sufrimiento la llevas vaciando ya hace un tiempo (desde que tienes consciencia de que en algún momento va a suceder) y por esta razón la muerte del familiar llega a ser como un alivio, esto no quiere decir que no duela, pero si quiere decir que dejas de sufrir y comienzas a sanar porque ya llevas sufriendo un tiempo prolongado. Bárbara llevaba sufriendo todo ese tiempo desde que su hijo se fue a la guerra y la muerte se cernía sobre su familia cada día, cada día se vivía con ese temor hasta que su hijo murió y ese sufrimiento constante se detuvo y comenzó el proceso de sanación.

La segunda pérdida de la autora es la muerte de su hijo en un accidente automovilístico. Esta pérdida es repentina, horas antes habían hablado por teléfono y en casa lo esperaban dentro de 5 días pero ocurre el accidente y muere. Aquí la copa de dolor está llena, no ha habido tiempo de irla vaciando. Este tipo de pérdida es mucho más dolorosa en el momento y Bárbara escribe que la única forma de vaciarla es llorar, incluso da un consejo práctico, ella dice: "consigue música triste, la más triste que puedas encontrar  y llora. Pon una alarma para  30 minutos y durante ese tiempo llora y pégale a la almohada. Da rienda suelta a tus sentimientos. Si estás enojada con Dios, está bien. Todavía te ama. Pero deja que ese dolor salga a través de las lágrimas. Repítelo por 30 días y cada día pon la alarma por un minuto menos. Cuando hayan pasado los 30 días se habrá vaciado bastante de la copa de dolor."

Algo también importante que señala es que cuando alguien sufre una pérdida lo peor que se puede hacer es hablarles y recitarles versículos y cosas así ya que la persona esta sufriendo tanto que no es capaz de pensar en eso, solo necesita un abrazo y llorar. La persona ya conoce los versículos que les estás recitando y quizás cuántas personas ya le han dicho las mismas palabras. Entre menos palabras mejor.

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